
¡Huy que miedo... ahí vienen los rusos!, pero para fortuna nuestra contamos con Superman, quien prestó, giró sus órdenes e, ipso facto, un superjet con el emblema de USA Air Force, partió con rumbo sureño en dirección a México y con el objetivo de entregar, en la residencia del titular del Poder Ejecutivo, instrucciones precisas.
Llegó hasta Los Pinos, cerca de donde se encuentra el alcázar de Chapultepec. ¡Sí!, a ese hermoso e histórico sitio, no por su construcción, sino precisamente por la defensa, muy valiente, que realizaron los alumnos del Heroico Colegio Militar, mismos que prefirieron sucumbir ante las balas de los invasores extranjeros venidos del norte antes que entregarles el Castillo. ¡Arrojados, audaces y valientes, siempre en defensa de la patria, murieron los Héroes Niños!

(Foto: TAVO)
Esos norteños y broncos vecinos, que no admiten a plenitud a ciudadanos de diversos colores, han actuado prepotentemente a nivel universal; estos gringos son muy especiales, muy bravos; durante la Segunda Guerra Mundial buscaron allanar nuestro territorio fronterizo con el argumento de que los alemanes podrían atacarlos desde nuestro territorio y, desafortunadamente para ellos, el general Lázaro Cárdenas, quien era el comandante militar de toda esa zona fronteriza, les impidió avanzar, indicándoles que cuidasen ellos de sus costas, que de las nuestras, los mexicanos haríamos nuestra propia defensa.
Relaciono lo anterior porque un emisario del pato Donald, en el súper jet número 2 ya señalado líneas arriba, llegó hasta el aeropuerto nacional y de allí, en helicóptero, se dirigió a los encinos con el objetivo primordial de ordenar y alertar al inocente residente de que los rusos estaban llegando a nuestras costas, lo que no alarmó a nuestras áreas nacionales de inteligencia, sino a la propia agencia de investigaciones del país del norte, conocida como CIA (Central Inteligence Agency).
Imagínese el lector lo chistoso que sería que la inteligencia rusa llegara a situarse en nuestra frontera norte con la intención de vigilar constante y permanentemente a nuestros buenos vecinos.
El anterior chismorreo seguramente obligó al candidato de Morena a viajar hasta el puerto de Veracruz para desde allí ver el desembarco de esas poderosas tropas rusas que, según nuestros vecinos, iban a llegar pero, ¡oh decepción¡, pues nunca alcanzaron las costas mexicanas.
La noticia de los rusos originó un trending topic, un hashtag; es decir, fue el tema más importante del momento y, en lugar de hacer añicos la figura de Andrés Manuel López Obrador, más la reafirmó y puso a temblar a todos los precandidatos y a los seguidores de los mismos y, desde luego, a esos emisores del debilitado poder político.
Los que persiguen la titularidad del Poder Ejecutivo federal y que van, todos a una, contra el supuestamente apoyado por los rusos, andan muy nerviosos y más que lastimar al candidato morenista, le han hecho una propaganda súper fabulosa.
El emisario del locuaz gringo gringo, el Donald Duck, después de girar las instrucciones recibidas se fue tan rápidamente como vino, provocando con su visita una ola de lucubraciones y, en lugar de desbarrancar del primer lugar al oriundo de Tabasco, le favoreció con su contra propaganda y ahora Andrés Manuel está situado con mayor ventaja de entre los que aspiran llegar a la final de la gran carrera presidencial.
El emisario de Trump, después de darle instrucciones al preciso, saltó a Sudamérica para continuar vigilando y dando instrucciones a efecto de tirara gobiernos que no son de su simpatía.
Pero lo más lamentable de lo acontecido en relación con los rusos no es la intromisión antidiplomática a que da lugar la debilidad y la ingenuidad de Peñita, a quien se le ve más delgado y agobiado, seguramente pensando en cuán poco le falta para terminar su enclenque y pésimo sexenio.
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