La tradición lírica a la que enriqueció con sus poemas José Antonio Alvarado es nuestro idioma, la lengua española, que escribe desde la tradición latinoamericana. Su encuentro y desencuentro, presencia y ausencia, mantiene presente niveles que sobrepasan la riqueza literaria de nuestra localidad territorial. La primera expresión tiene que ver con Morelia, su nacimiento en Zacapu y la fuerza de su voz poética; la siguiente es por sus visitas y estadías en Xalapa, Veracruz, donde finalmente murió, y en aquel puerto, de su poesía está la huella temprana de sus lecturas y este lugar es donde visualizó la evolución que a su vez es aspiración y voluntad con la escritura; su relación y diálogo con el idioma y la literatura que lo nutre y que queda presente como metáfora viva para reconocer que sus poemas son su carta de presentación. En Morelia, donde de alguna manera disfrutó vivir, tiene eco y por lo mismo iba de visita a Xalapa y retornaba con el mar que respiran sus poemas.

(Foto: Especial)
Para decir esto se necesita seleccionar en parte un ejemplo de su Obra poética y reconocer esa huella, el legado, la consolidación de su poesía: el que reúne esto requisito es “La muerte del Quijote”. Un poema que originalmente se publicó en el primer número de la revista Utopía (enero-abril de 1999), fundada y dirigida por José Mendoza Lara, y volver a reiterar que no es la primera vez que registra su coincidencia literaria, sino que es continuidad de largas batallas literarias asumidas por ellos en el ámbito de la poesía michoacana.
Antes, en 1995, habían encontrado vía de expresión. José Antonio se dedica también a rescatar la poesía de Concha Urquiza y de Ramón Martínez Ocaranza; José Mendoza Lara le publicó antologías fundamentales que prolonga y selecciona. La de Martínez Ocaranza circuló con profusión: se hicieron por lo menos dos mil ejemplares y no se quedaron embodegados, sino que llegaron a un número creciente de lectores y estudiantes universitarios; la de Concha tuvo que esperar un poco más pero finalmente tuvo su presencia y fue incluida en la colección Poesía michoacana contemporánea, que Jitanjáfora, en coedición con la Secretaría de Cultura de Michoacán en 2007, acercó, difundiéndose a lectores con resultados que se mantienen presentes.
El poema “La muerte del Quijote” registra lectores. El primer lector es José Mendoza Lara, quien lo publica y lanza su salida; enseguida sale a relucir la lectura de Alejandro Delgado; simultáneamente, Miguel Ángel Toledo escribe sobre el poema. Se confirma que éste tiene plenitud en el ámbito de la poesía y razonan su expresión lírica y le confieren fuerza y estilo a esa metáfora que es el resumen de la búsqueda emprendida por el autor y por lo mismo el poema dignifica el ideario de su poética.
El título es emblema, reacción implícita y es la síntesis del capítulo de la novela de Cervantes. El Quijote hoy en día es cumbre en la literatura y sigue acompañando la visión de lectores exigentes. Es cierto, en este poema radica ese coloquialismo y el sentimiento de decir que estos fantasmas campean lo entrevisto. Alvarado despliega la escritura encaminada a revelar el tema de la muerte. Dice: “Los fantasmas que campean por tus ojos/ Han dejado al Quijote derrotado/ Con la luna sangrándole a la altura del pecho/ Es un ave que no renuncia al vuelo/ Sabe bien que no hay armadura que resista/ Cuando la soledad empuña su guadaña/ Sobre la montura y el jinete/ En la ventana que corona los cerros/ El día se pierde dolorosamente/ Morir así tiene su encanto”.
El reconocimiento del jinete y el tiempo que visualiza inmóvil por las circunstancias de los sueños: ¿destruyen o construyen? José Antonio confirma esa fuerza del verso y penetra su raíz verbal en el idioma. La figura de Cervantes es indirecta, antepuesta, y es la novela su protagonista y el personaje es visto en el lecho de muerte. Sin embargo, “La muerte del Quijote” para Alvarado se vuelve un claro en el bosque: la claridad de su leguaje permite romper el silencio abrumador de lo que en 1999 es el fin de siglo XX. Pero naturalmente el tema que encierra impone permanencia a largo plazo en la tradición de la poesía de Michoacán. Para su autor es una referencia obligada en el orden de su poesía. Reivindica un tema como la muerte a partir del Quijote y se apega a la voz con aspectos sombríos, determina la escritura con la existencia del personaje que encierra la misma novela de Cervantes.
La poesía de David Huerta después de “incurable”
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
DAVID HUERTA Y SU CONCOMITANTE FIJEZA LÍRICA
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
La voz poética de Miguel León-Portilla
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
La persistente fascinación de José Emilio Pacheco
AMLO y la cuarta transformación política de México
Del premio estatal de las artes Eréndiera
Un recuerdo para José Antonio Alvarado
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Gerardo Sánchez Díaz; profesor emérito
Una edición excepcional: libertad por el saber
Escribir es recobrarse: Octavio Paz
Mallarmé dado a la luz por Ximena Subercaseaux
Octavio Paz: homenaje a una estrella de mar
La Universidad Michoacana y la trayectoría de los rectores
Ante la muerte de Nicanor Parra
Contraelegía: José Emilio Pacheco
En honor del novelista Jaime Martínez Ochoa
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Las concordancias del verbo o 70 años de Gaspar Aguilera Díaz
“La muerte del Quijote”, poema de José Antonio Alvarado
José Antonio Alvarado, in memoriam
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
El Café del Prado, en el Centro Histórico de Morelia
Pedro Garfias, 50 años después
La hora de la política: el regidor Osvaldo Ruiz Ramírez
Lucía Rivadeneyra: “Cuenta la estoria”
Pedro Garfias, 50 años después
Ramón Xirau y la poesía iberoamericana
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
El pensamiento lírico de Odisseas Elytis
Alfonso Reyes: Un puñado de citas gongorinas
Las visitas a Paseo del Guamúchil
La generación del tercer milenio
La generación del tercer milenio
Lucía Rivadeneyra: De culpa y expiación
La ruptura generacional de la poesía michoacana
Para gozar la poesía de José Antonio Alvarado
La ruptura generacional de la poesía michoacana
La ruptura generacional del medio siglo en la poesía de Michoacán
Alfonso Reyes y la ciencia de la literatura
Los pasos políticos de un peregrino
Corona de llamas: “Tu piel vuelve a mi boca”
Laboratorio para una poética del siglo XXI
La ciencia de la literatura de Alfonso Reyes
Gaspar Aguilera Díaz, entre el blues y el jazz
La Ilíada: traslado de Alfonso Reyes
Noticias de las Tesis filosóficas de Morelos
Yo no estoy a favor de los adeptos: André Breton
Gaspar Aguilera Díaz: la escritura en movimiento
Alfonso Reyes o la Grata compañía
Alfonso Reyes y su constancia poética
El turno y la presencia de Manuel Ponce
El turno y la presencia de Benjamín Fernández Valenzuela
El turno y la presencia de Concha Urquiza
El turno y la presencia de Enrique González Vázquez
El turno y la presencia de Carlos Eduardo Turón
El turno y la presencia de Tomás Rico Cano
El turno y la presencia de Francisco Elizalde García
El turno y la presencia de Alejandro Avilés
El turno y la presencia de Marco Antonio Millán
El turno y la presencia de Alfonso Rubio y Rubio
El turno y la presencia de Alfonso Méndez Plancarte
El turno y la presencia de Francisco Alday
El turno y la presencia de José Luz Ojeda
El turno y la presencia de Ezequiel Calderón Gómez
El turno y la presencia de Gabriel Méndez Plancarte
El turno y la presencia, una introducción
El turno y la presencia. Una introducción
El turno y la presencia: una introducción
Porfirio Martínez Peñaloza (1916-2016)
León Felipe, intrépida metáfora
La Presea Generalísimo Morelos para José Mendoza Lara