Para seguir la unidad ensayística de Alfonso Reyes y la ciencia de la literatura como tema –inaugurada en Morelia en 1940– no se requiere rememorar sus pasos por la ciudad, aunque serían un deleite– sino comprender que su voz, para fortuna nuestra, tiene el ejemplo que brilla en las páginas de El deslinde. Es una obra que ya no deja de lado ni olvido sino que profundiza, como lo confirma la edición póstuma El yunque –obra hermana de aquella. Pero desde su salida lo dijo Mejía Sánchez: El deslinde registra comentarios positivos y negativos; todo lo tuvo presente Reyes y lleva registro de cartas, artículos y comentarios; su idea fue incorporar esas observaciones, aclarar interrogantes y responde de alguna manera a las dudas que están surgiendo.

(Foto: Especial)
En el caso de los comentarios, análisis e intercambio epistolar con los hermanos Gabriel y Alfonso Méndez Plancarte alcanzan un nivel de debate como resultado de lecturas ordenadas donde el diálogo y la fluidez de los comentarios son el punto de encuentro, intercambian de ideas y aquellos publican ensayos iluminadores sobre Reyes. El registro que realiza Mejía Sánchez es una lista que clarifica, permite tomar nota y termina por aportar información que alrededor de El deslinde.
En el caso de Gabriel, anota que participó en el simposio que sobre El deslinde se realizó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; el texto fue publicado y su lectura corrobora un punto de encuentro; para el caso de Alfonso, fue algo diferente y registra cartas y sobre todo son entregas que a manera de artículos publicados un punto divergente y éste le escribe asimismo cartas adicionales o complementarias para enriquecer ese diálogo ríspido y hasta cierto punto polémico.
En todo momento el debate tiene cordialidad y la buena voluntad de sus apuntes sirve para reconocer al autor de El deslinde como un hombre serio e informado y lo reconoce por su brillo intelectual. Es un diálogo fluido: los artículos y las cartas tienen su punto culminante con Alfonso Méndez Plancarte, como registra en la noticia bibliográfica Mejía Sánchez cuando sucede la muerte Gabriel y recordar que la amistad prosigue por buen camino, y la colaboración entre ellos se estrecha en las páginas de revista que ya dirige el traductor de las Odas de Horacio. Para estos tiempos existe una edición con estas cartas y artículos y ahí se percibe el legado de la amistad, pero a la distancia clarifica muy bien estos asuntos.
Al final se puede tomar nota de los comentarios de los michoacanos a la obra y de esas interrogantes que fluyen como una verdadera lectura honesta y brillante, y percibir que Reyes en esta etapa de su vida pone varios temas a debate y por su estilo sale a relucir el punto sobre las íes (porque es “el primer paso hacia la teoría literaria”; “comencemos, pues, por explicar lo que entendemos por teoría literaria”). Tiene razón de sobra para decir que el desdoblamiento de temas y análisis arrojan luz sobre muy varias expresiones estilísticas y de orden reflexivo.
En su texto, Martín Luis Guzmán registra igualmente noticias con estos temas y señala el proceso de la escritura de esta obra que a través de conferencias van en aumentando en páginas, pero la noticia remite a su antecedente de Morelia: aquellas conferencias en el Colegio de San Nicolás que germinaron el tema y consolidan finalmente El deslinde. Agrega algunas variantes de lo ya sucedido. Dice que estas conferencias aumentaron de una cantidad a otra y le siguieron otras más y finalmente se convirtieron en la obra publicada. Lo que no arriesga es un análisis, y los michoacanos quisquillosos van un poco más allá y terminan por aportar una lectura que se vuelve clave por lo que dicen y por lo que no se dice justamente en ciertos círculos literarios.
El registro bibliográfico del texto de Gabriel Méndez Plancarte “En torno a El deslinde” registra que fue primero publicado en Filosofía y Letras, México, enero-marzo 1945, tomo IX, N° 17, pág. 11-20 y se reproduce asimismo en La Prensa, de Lima, Perú, 10 de junio de 1945, pág. 9-10; y Alfonso Reyes agradece en la carta del 3 de abril de 1945 a Gabriel Méndez Plancarte ese gesto. La resonancia de la lectura, el análisis de la obra y las aportaciones que realiza a la luz de sus párrafos se pueden resumir en los siguientes términos: ya se conocían desde tiempo atrás y habían intercambiado cartas con la invitación para colaborar en la revista Ábside y ese diálogo sigue y se interrumpe solamente con la muerte repentina del humanista michoacano en 1949.
Reencontrar a Fernando Antonio Nogueira Pessoa
La poesía de David Huerta después de “incurable”
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
DAVID HUERTA Y SU CONCOMITANTE FIJEZA LÍRICA
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
La voz poética de Miguel León-Portilla
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
La persistente fascinación de José Emilio Pacheco
AMLO y la cuarta transformación política de México
Del premio estatal de las artes Eréndiera
Un recuerdo para José Antonio Alvarado
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Gerardo Sánchez Díaz; profesor emérito
Una edición excepcional: libertad por el saber
Escribir es recobrarse: Octavio Paz
Mallarmé dado a la luz por Ximena Subercaseaux
Octavio Paz: homenaje a una estrella de mar
La Universidad Michoacana y la trayectoría de los rectores
Ante la muerte de Nicanor Parra
Contraelegía: José Emilio Pacheco
En honor del novelista Jaime Martínez Ochoa
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Las concordancias del verbo o 70 años de Gaspar Aguilera Díaz
“La muerte del Quijote”, poema de José Antonio Alvarado
José Antonio Alvarado, in memoriam
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
El Café del Prado, en el Centro Histórico de Morelia
Pedro Garfias, 50 años después
La hora de la política: el regidor Osvaldo Ruiz Ramírez
Lucía Rivadeneyra: “Cuenta la estoria”
Pedro Garfias, 50 años después
Ramón Xirau y la poesía iberoamericana
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
El pensamiento lírico de Odisseas Elytis
Alfonso Reyes: Un puñado de citas gongorinas
Las visitas a Paseo del Guamúchil
La generación del tercer milenio
La generación del tercer milenio
Lucía Rivadeneyra: De culpa y expiación
La ruptura generacional de la poesía michoacana
Para gozar la poesía de José Antonio Alvarado
La ruptura generacional de la poesía michoacana
La ruptura generacional del medio siglo en la poesía de Michoacán
Alfonso Reyes y la ciencia de la literatura
Los pasos políticos de un peregrino
Corona de llamas: “Tu piel vuelve a mi boca”
Laboratorio para una poética del siglo XXI
La ciencia de la literatura de Alfonso Reyes
Gaspar Aguilera Díaz, entre el blues y el jazz
La Ilíada: traslado de Alfonso Reyes
Noticias de las Tesis filosóficas de Morelos
Yo no estoy a favor de los adeptos: André Breton
Gaspar Aguilera Díaz: la escritura en movimiento
Alfonso Reyes o la Grata compañía
Alfonso Reyes y su constancia poética
El turno y la presencia de Manuel Ponce
El turno y la presencia de Benjamín Fernández Valenzuela
El turno y la presencia de Concha Urquiza
El turno y la presencia de Enrique González Vázquez
El turno y la presencia de Carlos Eduardo Turón
El turno y la presencia de Tomás Rico Cano
El turno y la presencia de Francisco Elizalde García
El turno y la presencia de Alejandro Avilés
El turno y la presencia de Marco Antonio Millán
El turno y la presencia de Alfonso Rubio y Rubio
El turno y la presencia de Alfonso Méndez Plancarte
El turno y la presencia de Francisco Alday
El turno y la presencia de José Luz Ojeda
El turno y la presencia de Ezequiel Calderón Gómez
El turno y la presencia de Gabriel Méndez Plancarte
El turno y la presencia, una introducción
El turno y la presencia. Una introducción
El turno y la presencia: una introducción
Porfirio Martínez Peñaloza (1916-2016)
León Felipe, intrépida metáfora
La Presea Generalísimo Morelos para José Mendoza Lara