
Ciudad de México.- Prácticamente la mitad (48 por ciento) de las ventas de Liverpool se realizan gracias a las tarjetas de crédito, algo que reaviva a esta empresa al igual que a muchas otras, que han encontrado en la expedición de plásticos una bocanada de aire fresco para sus negocios. El crédito tal vez no esté reactivando el emprendedurismo pero mantiene vivo al consumo.
De acuerdo con datos presentados este lunes en el portal CNNexpansión empresas como Liverpool, Wal-mart, Famsa y Elektra han encontrado en el crédito y particularmente en la expedición de tarjetas de esta modalidad, su principal apoyo para mantener un crecimiento aun en condiciones de crisis económica como la que priva en México y buena parte del mundo.
Tan sólo Liverpool logró ventas a crédito por tres mil 619 millones de pesos al cierre del segundo trimestre de 2013, las cuales representaron el 48 por ciento de sus ventas totales. Con ello incrementaron en un 11.1 por ciento a tasa anual sus ventas en esta modalidad.
No parece ninguna novedad que este tipo de tiendas, que ofrecen bienes de lujo, lejos del alcance de muchos mexicanos )de entrada esos 53 millones que se encuentran la pobreza), encuentren tan valiosas oportunidades de venta en el crédito, pues de otro modo es muy posible que sus ventas serían mucho menores.
Además en una sociedad definida por el consumo, qué mejor indicador de éxito podrían encontrar muchas personas que salir de una de estas tiendas departamentales cargando una bolsa que certifiqué el consumo, bolsa que seguramente después será utilizada hasta quedar destrozada, en toda ocasión que sea posible, por ejemplo para transportar el toper de los chilaquiles al trabajo.
Ese incremento en las ventas de esta tienda departamental parecen temerariamente elevados si se les compara con los modestos aumentos que registraron las ventas de las tiendas departamentales de apenas 1.6 por ciento en el mes de junio, algo que celebraron con bombo y platillo tras dos meses de constantes caídas.
Siguiendo con las tiendas menos glamourosas, sus avances más importantes también se deben al crédito, un ejemplo es el de Wal-mart que tuvo un incremento del 40 por ciento por concepto de intereses derivados de la tarjeta de crédito que ofrece. De igual modo BanCoppel, Banco Famsa y Banco Azteca tuvieron incrementos por intereses del 33, 18.4 y cinco por ciento respectivamente.
Cualquier lector que haya sufrido la experiencia de adquirir algún producto por medio del crédito de estas empresas sentirá escalofríos sólo de recordar los intereses, por lo que les parecerá que anunciar esta cifra como algo positivo más que en el mal gusto, raya en el sadismo.
Mientras que el grueso de los oferentes de tarjetas de crédito han mostrado un descenso en sus colocaciones, pues hubo una baja de alrededor del dos por ciento, BanCoppel logro colocar 402 mil plásticos y el Banco Wa-mart otros 125 mil. Servicios que seguramente han adquirido quienes tienen menor acceso al crédito de instituciones bancarias de mayor prestigio.
Valiéndose únicamente de experiencia previa es fácil especular que quienes consiguen estas tarjetas son personas de bajos recursos y que ese crédito acabará siendo muy costoso. En términos macroeconómicos, tal vez todos acabemos pagando (de nuevo) a través de un rescate, la irresponsabilidad de las empresas que reparten tarjetas cual muestras de perfume.
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